Durante el pasado fin de semana la Banda de Brihuega realizó la grabación de su primer disco. Las sesiones se desarrollaron a lo largo de la tarde-noche del viernes 28 y de la tarde del sábado 29 de junio.
Fueron dos días de intenso trabajo: no siempre se cuenta con tan extraordinarios medios (tanto humanos, gracias Antonio, como materiales) ni hay mayor ocasión de esmero para el músico que cuando sabe que su interpretación está destinada a perdurar.
Como siempre en estos casos, las anécdotas menudearon: ese atril que cae cuando no debe, el estornudo inevitable, el turista curioso que entra en San Miguel en el momento más inoportuno... Anécdotas que servían para relajar el ambiente con una carcajada colectiva y que son propias de un grupo en el que cada vez tiene más peso el futuro, encarnado en jóvenes y muy prometedores músicos.
Pese al cuidado en la interpretación, no todo quedó con la perfección deseada durante las sesiones del fin de semana y por ello durante la tarde del miércoles nos reunimos nuevamente para rematar esos finales de frase, aquel trino o aquel rallentando que no se grabó como debía.
Nuestro trabajo está hecho, e ilusión no falta en el mismo. Solo queda esperar al resultado final, del que ya adelantamos que nos sentimos orgullosos, y que se presentará en el concierto de verano el día 11 de agosto.
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